Hola amig@s!!
Son las 20:05 del jueves 13 de octubre cuando empiezo a escribir este post. El primero que puedo escribir desde mi cuarto y en mi posición natural, es decir, tumbado. Efectivamente, ya tenemos internet en casa (internet propio claro, antes teníamos pero regalado por el vecino amable).
Hoy precisamente vinieron dos hombres a colocarnos el router y la instalación en general... pertenecían a la compañía Tigo de la que os hablé en otro post. Cuando fuimos a contratar el servicio el fin de semana pasado, decidimos que la tele no la contrataríamos ya que un chaval que conocimos te hacía un "vamonosquenosvamos" y te ponía la tele gratis (pirata). Pues bien, cuando ya terminaban estos dos muchachitos instaladores nos dicen como quien no quiere la cosa que podríamos poner también la tele abonando sólo internet... al principio no sabíamos que querían decir, pero llegamos a la conclusión de que nos estaban ofreciendo piratearnos ellos la tele!! Nos pidieron 40 dólares y, tras la negociación, por 30 ya tenemos tele para los nueves meses... los propios trabajadores piratean a su compañía... y se han quedado tan panchos...
Pero esta anécdota, como veis, no tiene nada que ver con el título del post, así que vamos a lo que nos ocupa hoy. Ayer fue día 12 de octubre, día de la Hispanidad (también llamado día nacional de España, día de la raza, día de la resistencia indígena, etc. según el punto de vista con el que se mire aquel acontecimiento histórico ocurrido allá por 1492). Pues este día es festivo para la comunidad española en El Salvador, al menos la que trabaja para organismos oficiales del Estado, como es mi caso. Así que tuvimos un día de asueto (qué palabra más elaborada) hasta que llegó la hora del acto oficial: una recepción del Embajador a la comunidad española residente en el país, y que se celebró en el hotel Sheraton de la capital salvadoreña.
Como no podía ser de otra forma en este tipo de actos protocolarios, tuvimos que con traje (con saco, como lo llaman aquí). Al entrar en el gran salón del hotel en el que se celebraba el acto me sentí intimidado... nos hicieron una especie de pasillito al que no le encontraba sentido... pensé que era para fijarse en cómo íbamos vestidos... pero resultó que los que hacían el pasillito eran el Embajador y su señora, el jefe de la guardia civil, ministros de El Salvador... un numerito, en definitiva. Y ahora se trataba de ir uno a uno dándoles la mano... ellos te decían gracias por venir y tú sonreías y decías encantado, sin saber a quién coño estabas dándole la mano.
Tras ese emocionante momento, entramos por fin en el salón, majestuoso y superlujoso, y el equipo del catering comenzó a servirnos bebida y canapés. Aquello parecía la típica escena de película americana, con los grandes hombres poderosos del país y sus despampanantes mujeres. Mi compañero Nacho y yo, para quitarle un poco de glamour al tema, pasamos 3 o 4 veces por cada una de las barras donde servían comida... hay que demostrar que somos españoles, no? Ya lo dice el refrán... Lo bueno, si gratis, dos veces bueno.
Después de escuchar los himnos de El Salvador (que os pongo a continuación) y España, el Embajador, que por cierto es sevillano y en su día me dio una clase en la Universidad, dio un solemne discurso que puso la carnecita de gallina a todos los presentes... Cuando terminó el acto diplomático, todo el grupito de españoles cooperantes que íbamos juntos empezamos a comer y beber diplomáticamente, hasta que el Embajador casi tiene que poner diplomáticamente en venta su casa para pagar la cuenta.
En definitiva, un acto original y distinto a los que normalmente solemos asistir... a mí particularmente me faltó una comparsita animando el convite, pero todo se puede hablar para años venideros... Después de eso nos fuimos a un sitio pijo de copas que se llama El circo, donde los jefes y los trabajadores empezamos a conocernos de otra forma, por aquello de que la gente se desinhibe y ya no sabes si vas a terminar con la corbata en la frente o bailando la conga con la que al día siguiente te intentará mandar algo creyendo que la vas a seguir viendo como una persona seria... Para eso están este tipo de actos. Creo que las relaciones más allá de la oficina son muy importantes y sirven para romper barreras... esto fue lo que más me gustó siempre de Garrigues... lo que pasaba fuera de la oficina... Al final de la noche terminamos de nuevo en el Leyendas, sitio mítico para los españoles que viven en San Salvador, bailando, jugando unos futbolines y, en el fondo, pasando una noche de gran categoría, como diría aquél.
Me gusta el equipo humano con el que trabajo. Quizá el hecho de estar tan lejos de sus casas les hace ser más una familia que compañeros de trabajo, y eso, a los nuevos, nos llega y nos contagia. Una de las jefas decía que tengo cara de llamarme Eduardo, y así me llamó toda la noche. Le pedí que me llamara Edu, que suena mejor.
Y así, sobre las 3 de la mañana, terminó la noche... seguramente la mejor desde que llegué hace una semana y media.
Pd.- Os dejo fotos del evento, donde podéis ver cómo la gente va cambiando su aspecto progresivamente. Puedo decir que fui el único que aguantó toda la noche con la chaqueta y la corbata, aunque no estaban de la misma forma que me las coloqué a eso de las siete de la tarde...
jajajajaja me encantó el este post puede ser por la parte que me toca, oye...yo mi vestuario no lo cambie sólo casi me quedo sin pie salú!!!!
ResponderEliminarJajajajajajaja me meo con tus blogs...lo de hblar contigo hasta las tres de la mañana me ha pasao factura esta mañana a la hora de levantarme jajaja....aqui tngo a tu amigo Curro que apenas me deja escrbirte (se levanta mimosin y na mas k kiere estar encims mia) pos nada te dejo...sigue con estos blogs y rekiero una foto del seguridad viejete yaaaaa!!! Un bezotede cari
ResponderEliminarAnda que no vives bien! Tol día con un vaso en la mano y lleno jajajaja, Gran Post! la gente ha dejado de engancharse a las novelas y lo hacen a tu blog jijiji así que a seguir contándonos, Un besazo saladoreño!
ResponderEliminarQue guay Joseja, como dice Rosario ni novelas ni na, yo no las veia pero ahora menos! jajajaja ya estoy esperando el próximo capitulo de "La aventura de mi vida" :D besos Marikilla
ResponderEliminarCris, tienes que intentar beber menos, que después te vas clavando cristales en los pieses... jajaja!
ResponderEliminarCarmela, sabía que esta mañana te acordarías de mí... jajaja, pero mereció la pena no?? Dale un besito al Currito de mi parte! que no se le olvide mi nombre eh! Tito!! jajajaja
Rosario, era fanta!! ;) yo creo que es mejor engancharse a esto que a frijolito, no?? Un beso!!
Marikiya, el próximo capítulo se está gestando... a ver si este finde sale del horno ;) un beso
Que interesante todo! Que experiencia esa recepción! Me gusta mucho este blog. una gran idea ;-) beso fuer. Sara.
ResponderEliminarGracias Sara! Sí que fue una experiencia... aquí todo es así, nuevo e interesante ;) Otro beso para ti
ResponderEliminaryo tambien estoy enganchada, deseando estaba de llegar de paris pa leer tus blogs, jajaja... desde luego que lo que no te pase a ti... me quiero ir a trabajar alli, buscame una farmacia anda, jajaja... un beso
ResponderEliminarAna!! cómo ha ido ese viaje?? imagino que os habrá enamorado cómo lo hizo conmigo... mandame tu cv y lo voy echando... A ver si hablamos por skype no?? besos
ResponderEliminarjajajaajaja....que grande lo que cuentas....un beso edu!
ResponderEliminarconchi perez
Conchi, me gusta que me llames Edu... me recuerda a esa gran noche... jajaja
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