Una ciudad "Antigua" pero inolvidable

Hola amig@s!!

Empiezo a escribir este post a las 19:53 del domingo 13 de noviembre. Ayer por la noche llegué de mi primer viaje internacional desde que estoy en El Salvador, pero estaba tan cansado que no tenía fuerzas para ponerme a escribir. 

Este viaje tenía como destino una ciudad llamada Antigua Guatemala. La experiencia ha sido, como dijo aquél sabio de Ubrique, en dos palabras, im prezionante! El motivo del viaje era asistir a una Convención que trataría sobre la "Armonización y fortalecimiento de la gestión de la información cultural en Centroamérica" y a la que asistirían responsables políticos de los distintos países de centroamérica, directivos de organizaciones internacionales, responsables de la cooperación española en Centroamérica y grandes eminencias en el campo de la cultura. Bueno, todos esos y yo. 

Os voy a contar las dos partes que ha tenido este viaje: la laboral y la del tiempo libre, porque ha habido tiempo para todo. 

Salimos el miércoles en un "busito" del Centro Cultural. El viaje debía ser de unas 4 horas y solamente íbamos 7 personas en el vehículo... Al final tardamos unas seis horas porque cuando atravesamos la capital de Guatemala, Ciudad de Guatemala, era hora punta y había un tráfico (trabazón le dicen aquí) increíble. El viaje transcurrió entre grandes pamplinas, donde incluso me pidieron compañeros de Costa Rica y El Salvador que les dijera cómo era un fandango, ante lo cual tuve que cantar uno. Desde que me escucharon se plantean por qué han nombrado al flamenco Patrimonio de la Humanidad.

Por ir en un vehículo del cuerpo diplomático se tienen una serie de ventajas, sobre todo en las fronteras. Tantas que hasta se nos olvidó sellar los pasaportes al entrar en Guatemala... En la frontera aprovechamos para cambiar dólares por quetzales, que es la moneda de Guate. Con 20 dólares que cambié me dieron 150 quetzales, pero por haber mantenido su moneda a diferencia de El Salvador, los precios siguen manteniendo una cordura con el nivel económico de la población.

Cuando llegamos a Antigua, concretamente al hotel Soleil, eran ya casi las 9 de la noche, por lo que cenamos y nos fuimos a dormir. El hotel era un gran hotel, con muchas posibilidades e incluso con ciertos lujos que imagino que no serán muy normales por aquí. Como prueba, ahí van estas fotos:

Os explico un poco cuál era el motivo para organizar esta convención o encuentro en Antigua. En estos países poco a poco se va tomando conciencia de la importancia de la cultura, y uno de los síntomas más claros es el interés por crear sistemas de información cultural, que son herramientas para registrar información sobre la cultura del país (tradición, arte, cine, etc.) y posteriormente ofrecerlas a los ciudadanos a través de, por ejemplo, una página web. En estos países tan ricos culturalmente, es una pena que muchas costumbres, bailes, museos o iglesias sean desconocidos para gran parte de la población. Entonces en este foro se trataba de ver en qué situación se encontraban los sistemas de información cultural (SIC) de los países de centroamérica y ver si tenían voluntad de trabajar juntos para crear un SIC regional (la región es como llaman ellos a Centroamérica). 

Entonces hubo distintas presentaciones de los asistentes, conferencias vía skype desde otras partes del mundo y, finalmente, empezamos a trabajar en extraer unas conclusiones del encuentro que se formalizaron en un documento de intenciones para el futuro. El tema, aunque sea difícil explicarlo por aquí, es bastante interesante y la verdad es que ha sido un lujo poder estar en un encuentro con gente tan interesante e importante. 

Pero lo más sorprendente de todo es el clima que se creó durante los 3 días que estuvimos en la ciudad. Se trabajó mucho y bien, pero en un ambiente muy distinto al que podemos imaginar en una reunión europea de ese nivel. Había... como lo diría yo... como cariño entre los participantes, una predisposición a ayudarse, apoyarse, escucharse, a llegar a acuerdos por el bien de sus países y de Centroamérica. De hecho las dos jornadas de trabajo terminaron de manera tan original como divertida... una compañera de Costa Rica tomaba la iniciativa cuando llegaba ese momento de terminar el día de trabajo e intentaba relajarnos y, de alguna manera, romper las barreras que pudieran existir entre los participantes. El primer día, hicimos una especie de yoga, cerrando los ojos, estirando músculos, sacando la lengua y pensando en lo que habíamos sacado en claro ese día... El segundo fue aún mejor... cuando ya estábamos dando por finiquitado el documento final del acuerdo, de pronto una de las participantes, de Méjico, empezó a cantar una canción, suavito, como una bossanova en portugués... cuando terminó empezó a cantar otra de las participantes... y así hasta que nos levantamos de las sillas, nos pusimos en círculo cogidos de las manos y empezamos a girar cantando todos juntos... así terminó una convención tan seria e importante como cercana y diferente. Esto es una prueba de que los trajes de chaqueta, las tensiones, los regateos... no siempre conducen a los mejores acuerdos. A veces, la buena predisposición, la cercanía y la alegría puede ser mucho más útil y, por supuesto, más saludable para los participantes.

El sitio donde se celebró el encuentro es el Centro de Formación de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) en Antigua. Es un lugar tan bonito y con tanto encanto que creo que debe ser un gusto ir a trabajar allí cada mañana... 

El jueves, después de la jornada de trabajo, el Centro de Formación había organizado una cena en el propio Centro para los participantes de tres encuentros que se estaban dando a la vez, entre ellos el nuestro. La cena fue genial y terminamos "bailando" con una orquesta que habían contratado y después saliendo a algún pub-disco...

Al final de la noche, sólo quedábamos una compañera de Costa Rica y yo en esta disco llamada "La Sala". Cuando salimos, teniendo en cuenta mi orientación espacial y que ella andaba por el estilo, nos dimos cuenta de que no sabíamos volver al hotel... vimos una patrulla de policía que había acudido al pub porque hubo una pelea. El caso es que esta chavala se acercó a preguntarle al policía si estábamos lejos para volver andando... él nos dijo que no nos lo recomendaba por seguridad... entonces ella le preguntó que qué tal agarrar un taxi... el nos dijo que no nos lo recomendaba por seguridad... Sabéis cómo volvimos al hotel??? Sí! Volvimos en un coche patrulla de la policía guatemalteca! El policía era medio simpático pero de copiloto iba una policía con cara de muy pocos amigos y una metralleta que llegaba al techo del coche. 

Hablando de Costa Rica, me contaron una cosa del país que me llamó muchísimo la atención... no hay calles!! Es decir, que identifican las casas o los comercios o lo que sea de la siguiente forma: "tú donde vives?" "100 metros adelante del antiguo higuerón, casa de la puerta verde", o bien "100 metros al oeste y 225 Norte de la Antigua Nueva Luz, casa con verjas negras y flores en la entrada". Y así sucesivamente. Nada de calles. Puede haber algo más original? Anda que allí tenía que vivir yo... que no valen ni los gps...

Al día siguiente, viernes, después de terminar el trabajo, fui con una compañera de la Secretaría de Cultura de El Salvador (donde trabajo algunos días de la semana) a conocer un poco la ciudad. En primer lugar entramos en una casa, que era una antigua ferretería, y que se había reconvertido en un restaurante italiano, comercio de venta de bebidas y también un mirador increible a toda la ciudad. Como decía el dueño de la casa (tercera generación de propietarios), un señor encantador con el que estuvimos hablando un buen rato, se veían los 363 grados de Antigua desde allí. La vimos de noche y al día siguiente volvimos para ver ese paisaje de día.

Después de ver esta gran casa y que el dueño de la casa, con una gran vista comercial, se empeñara en que mi compañera y yo éramos pareja o que, si no, lo íbamos a ser en breve (teniendo ella un marido y un hijo), nos fuimos a ver uno de los mercados de artesanía de la ciudad. Era una especie de cooperativa, donde se vende todo lo típico del indígena guatemalteco fabricado por él mismo y después se le reparten una parte de los beneficios. El sitio era increíble y pude ver unas cosas que me hicieron reír en más de una ocasión.

Como veis había esculturas, máscaras, trajes típicos, instrumentos, etc. Sin embargo, lo que más me llamó la atención son los retablos, de los que os he puesto un par de ejemplos. Los textos que contienen, así como la imagen dibujada no tienen desperdicio alguno... y lo malo es que son hechos reales los que contemplan. Por ejemplo, el del cura dice "Doy gracias a la Virgen de Guadalupeque llegara yo a tiempo antes de que un mendigo sacerdote violara a mi niño cuando lo mandé a que se confesara y le pido a Dios que castigue a este maldito sacerdote". El de la mujer dice así: "Le doy gracias a Nuestro Sr. Jesucristo que no me infectaran de SIDA ni me asesinaran unos malditos viejos que después de asaltarme me violaron con mucha violencia. Le agradezco a Nuestro Sr. Jesucristo con el presente". Pues todos representaban historias como ésta... y seguro que hay gente que las comprará y las pondrá en su salón...

La vuelta al hotel la hicimos en un gran automóvil llamado tuctuc. Podéis juzgar por vosotros mismos...

Al principio me dio un poco de miedo montarme en un aparato como ese, pero en cuanto nos montamos me di cuenta de que no tenía nada que temer...

La equipación del conductor era la propia para un vehículo tan desarrollado como en el que íbamos montados... estábamos salvados, que el conductor era compañero de Fernando Alonso... por un momento pensé que íbamos a terminar andando como en el coche de los picapiedra, pero nada más lejos de la realidad... nos llevó a una velocidad que ya quisiera su compañero de escudería...

Después de cenar salimos a dar una vuelta y volvimos a pasarla bien chido (expresión de aquí). La juventud de la convención fuimos a un plan más movidito y los menos jóvenes a uno más tranquilo. 

Como veis en las dos últimas fotos, la gracia del compañero Levi era levantar la cerveza justo en el momento en que iban a hacer la foto para taparme la cara... la primera vez lo consiguió, la segunda fui yo más rápido...

Y así fue pasando la noche, hasta que terminamos yendo a un sitio que creía que se llamaba arepary y resultó ser un "after party", pero después de andar como media hora para llegar nos volvimos porque estaba medio vacío... En el hotel seguimos haciendo algunas payasadas, fruto de la confianza que habíamos cogido en el trabajo...

A la 1 de la tarde del día siguiente, sábado, habíamos quedado para la vuelta a San Salvador. Así que nos levantamos temprano y aprovechamos de nuevo mi compañera de la Secretaría de Cultura y yo para conocer la ciudad, ya que el resto había ido dejando el país durante la noche o a primera hora de la mañana.

Visitamos un mercado típico, un patio donde mujeres guatemaltecas vendían sus trajes típicos, anduvimos por la ciudad, llena de adoquines de principio a fin y rodeada de volcanes, algunos en continua erupción, compré algunas cosas que me hicieron especial ilusión como una flauta o un palo de lluvia que suena de maravilla, y vimos alguna iglesia que otra. Todo esto me llevó a confirmar lo que ya sospechaba... que Antigua es una de las ciudades más bonita que he visto nunca y que es totalmente lógico que sea Patrimonio Cultural de la Humanidad. ¿Qué os parece a vosotros?

 Es una ciudad donde impresiona la mezcla entre turismo y tradición indígena. Igual te encuentras muchos guiris, sobre todo americanos, que ves mujeres con sus trenzas y sus trajes típicos.

Lo único que no me gustó de Antigua fue el trabajo infantil... niños que apenas llegarían a los seis años que te insistían para limpiarte los zapatos, o que te querían vender cualquier cosa, o que avisaban corriendo a la madre para que te cobrara si te veían que les hacías una foto... es una pena que los gobiernos no atajen de forma tajante esa lacra que roba la infancia a millones de niños en todo el mundo.

No me canso de poner fotos de esta preciosa ciudad... Entre otras, las pilas donde en su día lavaban a mano la ropa.

También me compré en el mercado un amuleto maya, que es la representación de mi nawal. Cada uno tiene su nawal en función de su fecha de nacimiento, y además de tener su símbolo, tiene sus características de personalidad. Mi nawal se llama Tz'ikin Yo soy águila de animal, y las características de mi nawal son éstas que aparecen en la tarjeta que te dan con tu colgante.

Como me dijo una de las participantes en el encuentro, que creo que llegará a ser una gran amiga, “tu fortaleza es tu debilidad”. Y eso refleja el nawal cuando describe tus características… tienes un potencial, que bien utilizado se convierte en una cualidad, en un don, pero que si no lo sabes utilizar o lo explotas demasiado, se puede terminar convirtiendo en un defecto de difícil curación.

Estoy escribiendo esto y de pronto ha pasado por delante de la puerta de mi cuarto una cosa que no sabía si era una cucaracha o un toro... la Virgen Santa!! Con eso está un chino comido tres semanas... Creo que el nawal de la cucharacha ésta le comentaba que hoy conocería el paraíso...

Bueno, a lo que iba, cuando llegamos al hotel para recoger las maletas y empezar el camino de vuelta vi llegar una pareja de recién casados que irían a celebrar el convite en el hotel. Así que me preparé a conciencia para tomar una gran foto para enseñaros los trajes típicos de boda de Centroamérica. Pues bien, aquí está mi gran obra...

Bueno, soy consciente de que no es mi mejor obra y que esto podría ser desde una servilleta a la mesa camilla de mi casa, pero es que los novios justo torcieron para donde yo estaba haciéndoles la foto y me puse nervioso y no enfoqué bien... de hecho creo que tengo que salir hasta en su vídeo de bodas... Lo que sí os puedo asegurar es que el novio llevaba un traje con el que Farruquito hubiera llorado de la emoción...

La vuelta fue muy bien, se hizo amena cantando canciones de Serrat, Miguel Ríos, Ana Belén o Silvio Rodríguez entre otros... con una canción de este último que me encanta os quiero dejar, porque ya son las 2:11 y voy a dormir bien poquito. Se llama ojalá y sólo como escuchar la guitarra ya pone los vellos de punta...

Como siempre, se quedaron muchas cosas en el tintero, muchas historias por contar, pero espero que con esto podáis haceros una idea de esta aventura que se va construyendo día a día y que cada segundo supera mis expectativas más optimistas...

Por último, aprovecho para felicitar a mi padre por su cumpleaños, que se me pasó por estar entusiasmado con el viaje, y que ahora intento resarcirme deseándole que cumpla muchísimos más.

Hasta pronto amig@s!