Buenas a todos amig@s!
Casi dos meses después de mi último post vuelvo aquí para contaros cómo sigue mi vida por San Salvador. El motivo de este parón, por lo que algunos me habéis preguntado, no es otro que el concurso de los carnavales de Cádiz; como la mayoría de vosotros sabréis, mi gran pasión en este mundo y que me ha obligado a retirarme de la vida pública salvadoreña durante un mes, en el que el trabajo y las cuatro paredes de mi habitación han sido mis compañeros, además de ondacádiz y canalsur.
Como resumen rápido de este concurso, comentaré que he disfrutado mucho con mi coro Bollywood, aun en la distancia, y que volver a una final y escuchar mis letras en sus voces han compensado el perderme unos carnavales después de tantos años. Enhorabuena a todos mis compañeros por el gran trabajo que han hecho y esperadme para el año que viene que regreso, y con mucha más fuerza!
Por lo demás, creo que ha habido un nivel aceptable y he podido valorar todo mucho más... quizá la distancia te dote de una cierta objetividad a la hora de ver y juzgar al resto de grupos.
Una vez explicada mi ausencia temporal por este blog, os comento que hoy hace justo 5 meses que puse los pies por primera vez en El Salvador. Eso de haber pasado ya el ecuador de mi viaje hace que ya no empiece a sumar (llevo un mes, llevo dos...) sino que se ha activado la cuenta atrás (me quedan cuatro meses...), y eso me hace pensar que tengo que aprovechar lo que queda con más fuerza, viviendo cada día como si fuera el último.
En el trabajo las cosas van cada vez mejor. La semana que viene va a ser muy intensa puesto que llega el experto colombiano que ha sido seleccionado para elaborar la Ley de Cultura, uno de los puntos más importantes de mi proyecto. Le hemos preparado una agenda muy apretada e imagino que igual de apretada tendré yo la semana. Pero me está gustando lo que hago y se ven sus frutos, así que todo es mucho más llevadero, aunque se trabaje bastante. También es interesante a nivel profesional conocer a personas que en España serían mucho más inasequibles, como el Embajador de España (que es sevillano y me dio una clase en la universidad), el Cónsul, o la Secretaria de Cultura de El Salvador (que sería la Ministra en España). Muchas veces uno se ve pequeño al lado de estas personalidades, pero al final las cosas terminan saliendo bien, al menos de momento...
Cada día me siento también más agusto en el país, más acogido por los salvadoreños, tanto los del trabajo como los que voy conociendo fuera. Son gente que siempre tienen una sonrisa y una buena palabra, además de una gran educación y una prudencia que ya quisiera para mí en muchas ocasiones. El trato se hace muy fácil y la mayoría demuestran una madurez sorprendente.
Así, un día recibí la invitación para la boda de unos compañeros del Centro Cultural de España, compañeros a la vez que pareja, y que con sólo 23 añitos decidían casarse. La boda fue al día siguiente de la final del Falla (menos mal...) y la verdad es que fue bastante original. Se casaron por lo civil (después vendría la boda religiosa mormona) en una cancha de baloncesto, con sus canastas y todo y fue bastante emotiva, ya que era la primera vez que se daba en el país el caso de que el abogado que los casaba había sido a su vez el que casó a los padres de ambos. Aprovecho para desear mucha felicidad a mis amigos Roxana y Raúl. Os dejo algunas fotillos del enlace, las primeras hechas con mi nueva cámara llegada desde España, después del casi olvidado robo de Costa Rica.
La semana pasada fui con cuatro de mis amigos cooperantes españoles a uno de los eventos más bonitos que he vivido aquí. Empezó el día visitando un pueblo llamado Suchitoto, sitio con bastante encanto por cierto. Estuvimos comiendo en la plaza del pueblo donde casualmente había un mitin político. Una batucada acompañaba el discurso de un hombre que se pudo llevar dos horas gritando sin parar...También aprovechamos para ver una bonita catedral.
Después de comer partimos hacia el lugar del evento, a varios kilómetros de Suchitoto, pero en el camino vimos una cascada y nos paramos un rato. Mis compañeros se bajaron rápidamente montaña abajo, pero yo no llevaba el calzado apropiado y, como tampoco soy el más ágil del país, decidí esperarlos en la carretera. Al momento todos empezaron a quejarse porque habían pasado por unas plantas que les atacaron con pinchos que se les pegaron a la ropa y al cuerpo el resto del viaje. A veces, ser un poco "cagón" tiene sus cosas buenas. De hecho, empecé a investigar un poco y vi que había otra entrada para llegar al mismo sitio, que tenía un camino perfectamente hecho de albero y que me llevó a estas vistas...
Cascada totalmente seca |
Después de ver estos paisajes para enmarcar, salimos hacia otro pueblo llamado Cinquera, que estaba en fiestas y del que se puede destacar su iglesia, mitad antigua, mitad reconstruida. La antigua todavía tenía las muestras de la guerra en sus paredes, con los agujeros de las balas...
Cola de un helicóptero usado durante la guerra |
Después de ver este pueblecito fuimos al evento que teníamos programado, pero para poderlo explicar, tengo que hacer antes un poco de referencia histórica. En El Salvador hubo un conflicto armado durante los años 1980 a 1992, que no puede llamarse guerra porque nunca llegó a ser declarado de forma oficial. En este conflicto bélico interno se enfrentaron el ejército gubernamental (la Fuerza Armada de El Salvador, FAES) contra las fueras insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
El resultado de esta triste etapa del país fueron 75.000 muertos, que se dice pronto. El conflicto armado concluyó, tras un proceso de diálogo entre las partes, con la firma de un acuerdo de paz, que permitió la desmovilización de las fuerzas guerrilleras y su incorporación a la vida política del país.
Si se tiene en cuenta que en la década de 1980 la población de El Salvador rondaba los 4,5 millones de habitantes, ello equivale a decir que casi el 2% de la población perdió la vida en el conflicto. Decenas de miles de personas resultaron heridas físicamente (como consecuencia de armas de fuego, explosiones, minas antipersona...) y miles de ellos quedaron con mutilaciones que los incapacitaron de por vida. Miles, también, resultaron con graves secuelas psicológicas (si se tiene en cuenta las violaciones a las que fueron sometidas incontables mujeres y las torturas y vejaciones que padecieron otros tantos hombres). Muchísimos niños quedaron huérfanos de padre, madre, o ambos.
Los daños materiales fueron cuantiosos. Puentes, carreteras, torres de transmisión eléctrica, etc. resultaron destruidos o severamente dañados; la fuga de capitales, y la retirada del país o el cierre de innumerables empresas hizo que la economía del país se estancara durante más de una década. La reconstrucción de la infraestructura se ha prolongado hasta la actualidad.
Desde el punto de vista social, el costo también fue muy alto. La desmovilización de los ex-combatientes y su reinserción a la vida civil ha sido una dura labor que aún continúa. Como consecuencia de la guerra, quedaron en manos de la población civil miles de armas de fuego, lo cual propició el surgimiento de las pandillas de jóvenes y adultos denominadas maras, dedicadas a la delincuencia y al tráfico de drogas, y que han hecho de El Salvador uno de los países más violentos del mundo. Por otro lado, cerca de 500.000 salvadoreños se vieron obligados a abandonar el país. La mayoría se radicó en el estado norteamericano de California, donde los emigrados y sus descendientes se han convertido en una importante fuerza económico-laboral, y las remesas de dinero que envían a sus familiares en El Salvador se han transformado en uno de los principales motores de la economía nacional.
Desde el punto de vista político, el país se democratizó. Desde el final de la guerra civil hasta ahora, todas las elecciones realizadas en El Salvador han sido cuidadosamente monitorizadas por la ONU y otros organismos internacionales, a fin de asegurar la transparencia de los comicios. Las nuevas instituciones creadas como producto de los acuerdos de paz (Procuraduría de los Derechos Humanos, Policía Nacional Civil de El Salvador, etc.) garantizan el buen funcionamiento del sistema político, y procuran preservar a todos los sectores de la sociedad. No obstante todo ello, la guerra ha dejado una gran polarización y resentimiento en la sociedad salvadoreña.
Los daños materiales fueron cuantiosos. Puentes, carreteras, torres de transmisión eléctrica, etc. resultaron destruidos o severamente dañados; la fuga de capitales, y la retirada del país o el cierre de innumerables empresas hizo que la economía del país se estancara durante más de una década. La reconstrucción de la infraestructura se ha prolongado hasta la actualidad.
Desde el punto de vista social, el costo también fue muy alto. La desmovilización de los ex-combatientes y su reinserción a la vida civil ha sido una dura labor que aún continúa. Como consecuencia de la guerra, quedaron en manos de la población civil miles de armas de fuego, lo cual propició el surgimiento de las pandillas de jóvenes y adultos denominadas maras, dedicadas a la delincuencia y al tráfico de drogas, y que han hecho de El Salvador uno de los países más violentos del mundo. Por otro lado, cerca de 500.000 salvadoreños se vieron obligados a abandonar el país. La mayoría se radicó en el estado norteamericano de California, donde los emigrados y sus descendientes se han convertido en una importante fuerza económico-laboral, y las remesas de dinero que envían a sus familiares en El Salvador se han transformado en uno de los principales motores de la economía nacional.
Desde el punto de vista político, el país se democratizó. Desde el final de la guerra civil hasta ahora, todas las elecciones realizadas en El Salvador han sido cuidadosamente monitorizadas por la ONU y otros organismos internacionales, a fin de asegurar la transparencia de los comicios. Las nuevas instituciones creadas como producto de los acuerdos de paz (Procuraduría de los Derechos Humanos, Policía Nacional Civil de El Salvador, etc.) garantizan el buen funcionamiento del sistema político, y procuran preservar a todos los sectores de la sociedad. No obstante todo ello, la guerra ha dejado una gran polarización y resentimiento en la sociedad salvadoreña.
Una vez situados en el contexto histórico-político del país, os puedo explicar que estuvimos en la conmemoración de una de las mayores masacres que hubo en ese período de conflicto armado. La masacre de Tenango y Guadalupe fue cometida el 28 de febrero de 1983. Dadas las experiencias de anteriores operativos militares la población civil huía de éstos dejando sus casas en las llamadas "guindas". Así, los habitantes del Cantón Guadalupe y Tenango se movilizaron para escapar del operativo militar, pero a la altura del cerro Guadalupe los localizaron y cercaron su línea de avance, disparándoles en tierra y bombardeándoles por la fuera aérea. El resultado, 250 civiles muertos. cada año se conmemora este desgraciado atentado haciendo una peregrinación al cerro con velas encendidas. Además, se celebra una misa en la que prestan sus testimonio supervivientes de la masacre y se muestran fotos de la guerra, que te hacen tener una mínima idea de la tragedia que supone cualquier conflicto de esta naturaleza. Pasan todo el día del sábado en el cerro y allí entre actos diversos de recuerdo aguantan hasta el amanecer del domingo.
Solamente pensar que estábamos en un lugar donde hace casi treinta años mataron a tanta gente inocente hacía que todo aquello fuera emocionante, cada recuerdo, cada palabra, cada foto, cada gesto.
Y la vida siguió... con su trabajo, sus salidas, sus risas y sus vivencias. Y así lo seguiré contando en los cuatro meses que me quedan.
Espero no haberos aburrido mucho y que hayáis aprendido un poco de la historia de El Salvador.
Gracias a todos por seguirme!
Hasta la próxima!
No podía ser otra la que estrenara esto ... :P
ResponderEliminarUyyyyyyyyyyy si te has dignado a escribir por aquí jajajaja perdidisimo! si es que tanto Carnaval ... jajajaja
Que bien te lo pasas eh? hasta allí tienes bodas ...
Vaya clase de historia nos has dado! Emotivo evento seguro, bonito de ver ...
Ya se echaban de menos tus aventuras por aquí
Ya sabes a seguir disfrutando y ser feliz que cada vez te queda menos y como dices empieza la cuenta atrás ... 4 - 3 - 2 - 1 - Sevilla!!!
Un besote!
Hola José Javier, acabamos de leer los cuatro tu nuevo post, bueno mejor dicho nos lo ha leído tu tio. Son preciosas las fotos y también todo lo que comentas. ¿cómo sabes tanto de todo aquello?, me imagino que te lo habrán contado a la vez que habrás leído cosas. Ya tenemos ganas de que andes por aquí y de que estés cerca de tu familia y amigos, aunque cuando vuelvas dejarás allí un trocito de corazón. Bueno chato cuidate que te veo más delgado pero estás guapisimo. Muchos besos de tus tios y primos.
ResponderEliminarTiti.