Un ausol poco "clásico"

Buenas a todos!

Son las 20:24 cuando doy comienzo a este post. Creo que no os he dicho que tengo la sensación, compartida con mis compañeros, de que aquí el tiempo avanza más lentamente que en España. Siendo la hora que es, llevo un día que no he parado, estoy reventado y apenas es la hora de merendar. Aquí ya he cenado y estoy pensando en ir a dormir. Los días parece que se estiran y da tiempo a hacer muchas cosas... es algo difícil de explicar.

Voy a empezar contando el fin de semana pasado, que se desarrolló en un lugar llamado los ausoles. El motivo de ir allí es uno bien común en la cooperación: la despedida de compañeros. En este caso se despedían Ana y Cris, aunque Cris se enteró un par de días antes de que la había seleccionado en otro organismo para continuar algunos meses más trabajando en el país... pero la celebración y los regalitos bien que se los llevó... jajaja! 

Pues bien, el sitio es una maravilla. Los ausoles o fumarolas son un fenómeno volcánico que se da en una zona de El Salvador que se llama Ahuachapán. La temperatura de la tierra es tan elevada que sale vapor de determinadas rocas o agujeros y, en las zonas de lagos, estos se encuentran a gran temperatura y el agua hierve como si estuviera en el puchero. Por supuesto no está permitido bañarse en estas aguas (si quieres seguir con la piel pegada al cuerpo). Además, hay un olor a azufre que sale de dentro de la tierra bastante fuerte.

Como es normal, alrededor de este tipo de fenómenos naturales siempre surgen negocios turísticos que aprovechan "el tirón" para sacarse unos dólares extra. Pues a uno de estos lugares fuimos el fin de semana pasado. Se llama los ausoles de Santa Teresa y es un complejo de tres cabañas y unas piscinas de aguas termales que se encuentran a una temperatura buenísima, donde apetece bañarse a cualquier hora del día. Es un sitio precioso y muy relajante.

Por la noche, llegó el momento de la cena, la fiesta, los regalos, los discursos de despedida y el baile... En total fuimos diecisiete personas, todos cooperantes y la gran mayoría españoles.

Después de una noche en la que los mosquitos hicieron su trabajo correctamente, al día siguiente más baños relajantes y más paseitos por la zona, donde pudimos ver un cafetal que también era propiedad del dueño de los baños termales... muy pobre el hombre...

Esta es la planta del café

 

Nunca había visto el café así

 

Por cierto, no comimos nada mal... hubo grandes manos en la cocina como podéis ver...

Pasó la semana sin muchas cosas interesantes que contar, salvo que ha sido bastante fructífera en lo que a composiciones carnavalescas se refiere... no sé a qué se debe exactamente pero el estar tan lejos de España me da más ganas de escribir y, quizá, el hecho de ver  y vivir las cosas que estoy viendo y viviendo aquí, también me ayuda a plantear las ideas de una forma diferente. 

El viernes salí con mis compañeros de condominio (como se llama aquí a las urbanizaciones o barrios) a escuchar en un pequeño bar dentro de una especie de cochera a un cantautor salvadoreño, que recordó canciones de Sabina, Silvio, Manu Chao, etc. Pasamos un rato divertido, sobre todo cuando invitó este cantautor a un poeta amigo suyo a que se subiera y leyera algún poema de un libro que al parecer había sacado hacía poco. Uno de los poetas de este hombre, ya mayorcete y profesor de Universidad, decía... "Han cerrado el Mcdonald, han cerrado el KFC, han cerrado el Burguer King, han cerrado el Pizza Hut. Qué pena, ahora no sé dónde voy a poder ir a defecar". A estos bellos versos le siguió una gran ovación del respetable. Yo evidentemente no sabía dónde meterme y pensé que era cachondeito de la gente, pero no, es que les había gustado. También se animó otra poeta compañera y dijo otro poema igualmente emocionante, que decía algo así como... "para que la amapola no se despetalice sólo hace falta una cosa con seis letras: hombre", agradecido de nuevo con grandes aplausos. Nosotros empezamos con el cachondeo, como no podía ser de otra forma... porque yo tenía el vellito de punta, pero de la vergüenza ajena que me estaba dando la escenita...

El sábado, como en el resto del mundo, fue día dedicado al derby Madrid-Barcelona, "el clásico" como siempre lo llaman aquí. El país se paralizó y tuvimos que reservar con varios días de antelación sitio en un bar para poderlo ver y no quedarnos en la calle. Como podéis imaginaros, ver un derby a las tres de la tarde es algo original.

Afortunadamente, el sitio al que fuimos era tranquilo y de buen ambiente, pero aquí ha llegado a haber muertes por defender a esos equipos... sí, es un poco surrealista, pero aquí viven el fútbol español con muchísima intensidad. Como podéis ver en las fotos, muchos iban con sus camisetas puestas y los goles se vivían con verdadera euforia.

Al final no llegó la sangre al río, ganaron los culés y todas las penas y las alegrías se olvidaron entre muchísima cerveza que corría por el Boby, que es como se llama el bar. Aunque viendo un partido de fútbol con estas vistas, cómo va a aparecer la violencia...

Ya que estábamos puestos y animados, con mi compañero Nacho y con toda la tropa de amigos salvadoreños, seguimos con la fiesta- Primero en un bar dónde repusimos energías a base de burritos y después en una discoteca llamada Shivas, donde pasamos una noche de categoría. 

Desde la barra los camareros echan tequila y la gente pone la boca

Al final, de cómo terminamos la noche, mejor una imagen que mil palabras...

Lo mejor de todo esto es que a las doce estábamos en casa, pero para nosotros la sensación era la que tienes en España cuando te recoges a las seis de la mañana... como os contaba antes, cosas inexplicables...

Para compensar la gran juerga de ayer, hoy me he ido con mi taxiamiga y dos amigas más a echar el día de playa a un sitio llamado El Tunco, al que no había ido hasta hoy y que me ha parecido espectacular. Le llaman así porque alguien un día dijo que la roca que preside la playa tenía forma de tunco (cerdo) y de ahí se le quedó el nombre.

Viendo la foto, creo que el que le vio forma de cerdo a la roca venía también de ver el derby...

Hemos estado comiendo en un bar con vistas a la playa increíbles, bañándonos, tomando algo, tumbados en hamacas... en fin, un día muy estresado...

Había unas olas increíbles. El mar tiene una fuerza difícil de controlar, pero a mí que me encanta el mar cuando está bravo paso unos ratos de gran categoría, incluso bañándome solo como hoy.

Ya de vuelta hemos ido a ver un partido de baloncesto femeniño, que debía jugar una de las chavalas que han venido a la playa, pero no quedaban equipaciones y lo ha visto desde el banquillo, como nosotros... 

Bueno amigos, son las 23:22 y va siendo hora de terminar este post... he intentado no ser muy pesado hoy, aunque no sé si lo habré conseguido... 

Portaos bien y hasta la próxima!